jueves, 21 de enero de 2016

LOS OTROS TRABAJADORES DEL REAL

Los otros trabajadores del Teatro Real:


Muchas personas trabajan a diario en el Teatro Real bajo condiciones precarias. El personal de taquillas, absorbido hace poco por Sasegur, realiza jornadas partidas que le modifican sin previo aviso; trabajan festivos que no les pagan ni compensan en tiempo y su sueldo está solamente 20€ por encima del Salario Mínimo Interprofesional. Además, les obligan a renunciar a cualquier representación sindical y no cobran plus por "quebranto de caja", como habitualmente hace el personal que tiene esa responsabilidad. La azafata está contratada por Colavoro, con iguales derechos reducidos que el colectivo de taquillas y cobrando la nocturnidad incrementada solamente en 50 céntimos/hora. Los acomodadores, también con esta empresa, cobran 250€ brutos por 60 horas mensuales (horas que si no llegan a hacer por algún motivo le deben a la empresa). Perciben 4'50€ por cada extra y se les ordenan algunos trabajos que están fuera de sus cometidos.


El personal de seguridad hace jornadas diarias de hasta 12 horas, también modificadas sin previo aviso y ganando menos de 1000€/mes, con extras y festivos mal pagados. Parecidos salarios tiene el equipo de limpieza, con contratos diferentes para cada trabajador/a (como es propio de Clece), sus condiciones han empeorado desde que es ésta la empresa contratante. Ocasionalmente les reclaman también trabajos ajenos a sus funciones, al igual que a los compañeros de mantenimiento. Estos últimos, actualmente contratados por Moncobra, al igual que todos estos colectivos han visto en pocos años muy reducida su presencia en el teatro, y como la mayoría de personal externo tienen contratos por obra o servicio, aunque lleven años trabajando en este centro.

                                                                      
Es evidente la falta de personal propio y ajeno, así como la poca capacidad para acometer algunos incidentes ya sucedidos; ante esos casos, la actuación de la FTR suele ser sancionar a compañeros, sin reconocer sus carencias ni asumir responsabilidades propias en los mismos. Demasiadas empresas contratan por debajo del servicio que piden a sus trabajadores, deteriorando con ello la respuesta que éstos pueden llegar a dar. Ahora que el teatro acoge a diario a numerosos visitantes, ¿qué pasaría de tener que evacuar el edificio con público? Gran parte de ese compromiso y de solucionar muchos otros incidentes recae precisamente en personal externo: ¿cuánto paga la Fundación a esas empresas por sus servicios? ¿Le llega a cada trabajador/a lo que le corresponde? En caso contrario, ¿dónde se queda lo que falta? ¿Acaso desconoce el TR todas las irregularidades que se reflejan en este escrito, u obtiene algún beneficio fomentando la precariedad laboral en el sector? Denunciamos que todos los colectivos mencionados no hayan sido plantilla propia del teatro desde su reapertura y continuamos reclamando que sean contratados por la FTR sin más intermediarios, pues hacen labores directamente relacionadas con la entidad y los espectáculos que ésta programa.





                                         Madrid, enero de 2016

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